Saber cómo encontrar la respuesta correcta es a menudo tan importante como llegar a ella. Durante las clases y las tareas especializadas de ingeniería, la calculadora científica correcta permite un cálculo de alto nivel, siempre que se esté lo suficientemente versado en su uso. Desde profesionales experimentados hasta jóvenes neófitos, hay un modelo que se adapta a las necesidades de cada persona.
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¿Qué es una calculadora científica?
Las calculadoras científicas, al igual que las calculadoras tradicionales, se utilizan para ayudar a resolver problemas que serían difíciles y que requerirían mucho tiempo para hacerlos manualmente. Sin embargo, las calculadoras tradicionales tienen una funcionalidad muy limitada, normalmente relegada a las operaciones aritméticas básicas de suma, resta, multiplicación y división. Las calculadoras científicas tienen una funcionalidad mucho más avanzada que las hace capaces de resolver problemas matemáticos, científicos y de ingeniería que van mucho más allá de las operaciones básicas de un modelo tradicional.
Una de las primeras cosas que puedes notar cuando miras una calculadora científica es que tiene muchos más botones que las calculadoras tradicionales que probablemente has estado usando desde que eras un niño. Aunque esto puede hacer que parezcan un poco intimidantes al principio, una vez que aprendas lo que hace cada uno de estos botones, y cómo usarlos, encontrarás que una calculadora científica es una herramienta indispensable en trigonometría, física, química, astronomía y más.
Algunos ejemplos de botones que se encuentran en las calculadoras científicas y que no se encuentran en los modelos tradicionales son los botones de paréntesis, que le indican a la calculadora en qué orden quiere que se resuelva su ecuación, y el botón de exponente, que añade automáticamente la multiplicación por 10 a un valor de exponente especificado. También tienen botones dedicados a la trigonometría y a la logaritmia. En lugar de gastar tiempo en tablas matemáticas y usar reglas de cálculo para encontrar las respuestas que necesitas, puedes simplemente presionar el botón sinh, sin, cosh, cos, tanh o tan, y tener la respuesta que necesitas en una fracción de segundo.
A pesar de algunas similitudes, las calculadoras científicas no deben confundirse con las calculadoras gráficas. Las calculadoras gráficas contienen un superconjunto de funciones de calculadora científica, además de tener la capacidad de trazar gráficos. La mayoría también son programables, lo que significa que el usuario puede crear programas personalizados perfectamente adaptados a sus necesidades específicas. Por estas razones, una calculadora gráfica puede ser un sustituto totalmente capaz de una calculadora científica en todas las aplicaciones, pero no viceversa.
Cómo saber qué tipo de calculadora necesita
El primer paso para comprar una calculadora que ayude a resolver ecuaciones complejas es determinar sus necesidades y qué tipo de calculadora se adapta mejor a ellas: básica, científica, gráfica o financiera.
Las calculadoras básicas, como se mencionó anteriormente, generalmente sólo son capaces de cuatro funciones: suma, resta, multiplicación y división. Algunas pueden ser capaces de calcular raíces cuadradas y porcentajes, también, pero en realidad, son sólo aplicaciones de una combinación de algunas de las cuatro funciones básicas. Si sus necesidades matemáticas no se extienden más allá de estas funciones, entonces no hay razón para gastar más dinero en uno de los tipos de calculadoras más avanzadas. Como las calculadoras básicas tienen una funcionalidad muy limitada, pueden ser bastante compactas y ligeras también, ya que no requieren demasiados botones, lo que las hace muy fáciles de transportar.
Las calculadoras científicas están pensadas para estudiantes que necesitan resolver problemas matemáticos más avanzados. Si está inscrito para comenzar pronto una clase de trigonometría, química o física, está casi garantizado que necesitará una calculadora científica como ayuda. Algunas clases de álgebra también pueden requerir el uso de una calculadora científica.
Las calculadoras gráficas son útiles para cualquiera que necesite poder programar una funcionalidad personalizada en su dispositivo, o para cualquiera que necesite poder trazar puntos en un gráfico. Esto incluye a los estudiantes de ingeniería, así como a los que toman clases de geometría o cálculo. Aunque puede parecer una tontería pasar por alto una calculadora científica y comprar un modelo gráfico, ya que son capaces de realizar las mismas funciones y algunas más, puede que no merezca la pena gastar el dinero extra si no se necesita la funcionalidad avanzada. Las calculadoras gráficas son significativamente más caras que los modelos científicos. También vale la pena señalar que puede haber clases o pruebas en las que una calculadora científica esté permitida, pero una gráfica no lo está.
Como habrá adivinado por el nombre, las calculadoras financieras son ideales para muchas aplicaciones financieras, como el cálculo de pagos, la determinación del valor futuro de un préstamo o una anualidad, o la determinación de los tipos de interés. Algunas pueden permitir al usuario añadir funcionalidad personalizada, pero siguen siendo mejores para aplicaciones exclusivamente comerciales y de negocios, y no serían de mucha ayuda en clases de matemáticas, ciencias o ingeniería de nivel avanzado.