Hay una cosa que todas las hernias tienen en común: no son divertidas. Pero, afortunadamente, puedes mitigar el dolor y acortar el tiempo de recuperación que experimentas después de sufrir una y/o después de un procedimiento quirúrgico para repararla. Tenga en cuenta que es importante consultar a un profesional médico antes de usar cualquiera de estos cinturones de hernia para asegurarse de que es adecuado para sus necesidades.
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¿Qué es una hernia?
En pocas palabras, una hernia se produce cuando un órgano sobresale a través de la pared de la cavidad que normalmente lo contiene.
Las hernias más frecuentemente involucran la protuberancia abdominal por un segmento de los intestinos.
Alrededor de 25 millones de personas sufrieron una hernia en 2013, según un estudio mundial. Las formas más comunes de hernia son inguinal, femoral, umbilical y de hiato.
En las hernias inguinales, el tejido adiposo o una porción de los intestinos se introduce en la ingle, cerca de la parte superior del muslo interno. Es más probable que estas hernias se observen en los hombres que en las mujeres, y en general se acepta que son el tipo más común de hernia.
Este bulto puede ser normalmente empujado hacia adentro, e incluso puede desaparecer cuando se descansa en ciertas posiciones.
Menos común es la hernia femoral, que de nuevo implica tejido graso o parte de los intestinos que sobresale en la ingle en la parte superior de la parte interna del muslo. Las hernias femorales son más probables de ocurrir en mujeres que envejecen.
Como era de esperar, en las hernias umbilicales el tejido graso o un segmento de los intestinos empuja a través del abdomen cerca del ombligo.
Finalmente, en las hernias de hiato, parte del estómago empuja hacia la cavidad torácica a través de una abertura en el músculo que separa el pecho del abdomen. Este músculo, conocido como el diafragma, es muy susceptible a la debilidad y el desgarro que conduce a la hernia.
Alrededor del tres por ciento de las mujeres y el 27 por ciento de los hombres desarrollarán una hernia inguinal a lo largo de su vida, según The New England Journal of Medicine.
Los síntomas de la hernia incluyen un bulto o abultamiento en una de las áreas mencionadas. Este bulto puede ser típicamente empujado hacia adentro, e incluso puede desaparecer cuando se descansa en ciertas posiciones. El esfuerzo por toser, defecar, llorar, reír o realizar diversas formas de actividad física puede hacer que el bulto vuelva a aparecer.
Las hernias suelen requerir cirugía para su reparación. Si sospecha que tiene una hernia, vea a un médico inmediatamente. Las hernias pueden poner en peligro la vida, sobre todo si una parte del intestino queda atrapada en la pared abdominal. Los tres tipos más comunes de hernias fueron responsables de casi 60.000 muertes en 2015.
Algunas hernias no requieren reparación, pero esto debe ser determinado por su médico. Por ejemplo, las hernias inguinales masculinas asintomáticas no suelen repararse.
Muchos de los que se someten a una cirugía de hernia pueden volver a trabajar en dos semanas. Aquellos que tienen su hernia reparada con un dispositivo de malla pueden recuperarse en pocos días.
Prevención de la Hernia
Aunque muchas hernias son inevitables, hay algunas formas de reducir el riesgo de hernia.
Empiece por reducir generalmente la tensión en su cuerpo y fortalecer los músculos abdominales, cuando sea posible. Este consejo puede parecer demasiado amplio para ser útil, pero una forma sencilla de lograrlo es manteniendo una postura correcta. Una mala postura puede contribuir al desarrollo de una hernia al forzar y debilitar repetidamente ciertos músculos.
Si tiene un resfriado grave o una tos persistente, consulte a su médico para limitar el estrés que la tos ejerce sobre el diafragma y el abdomen.
También puede reducir el riesgo de hernia manteniendo un peso saludable y evitando fumar. La obesidad aumenta la presión dentro de la cavidad abdominal, lo que puede causar hernias y empeorar las que ya existen. La obesidad también puede dificultar la identificación temprana de las hernias. Una nutrición adecuada también puede limitar el riesgo de una hernia, contribuyendo a un tejido muscular saludable.
Muchas hernias se producen durante la evacuación intestinal o la micción. Evite el esfuerzo y limite la duración de las visitas al baño para no estresar y cansar los músculos involucrados en esas actividades. Si le resulta imposible, puede ser conveniente consultar a su médico para ajustar su dieta. Las evacuaciones intestinales saludables no deben involucrarse demasiado.
Además, es prudente aprender una técnica adecuada para levantar objetos, y dejar que otros levanten los objetos que son demasiado pesados para que usted los mueva sin gran esfuerzo. Esta regla también se aplica en la sala de pesas, donde se producen muchas hernias. Permanezca en su zona de confort para levantar pesas, conozca sus límites y utilice el equipo de seguridad adecuado.



